sábado, 27 de junio de 2009

JERARQUIAS TEMPLARIAS

* MAESTRE: reinaba sobre los castillos y feudos de Tierra Santa y era el rango más alto dentro de la Orden, aunque en asuntos de gravedad debía someter su decisión al Capítulo, en el cual sólo tenía un voto. Sólo respondía ante el Papa, aunque debía ser respetuoso ante reyes y obispos. También debía consultar antes con su consejo privado y obtener su consentimiento, especialmente en decisiones de guerra o a la hora de acordar una tregua. Sus símbolos jerárquicos eran el bastón o ábaco y el látigo o vara. Pese al poder que ejercía sobre los templarios, el Maestre permanecía sometido a las obligaciones y disciplinas comunes. Su séquito se componía de dos caballeros que le acompañaban a todas partes, un capellán, un clérigo, un sargento, un paje que cargaba con su escudo y su lanza, un escriba sarraceno como intérprete, un indígena turco, un cocinero y dos muchachos de a pie. Con el Maestre iba siempre el estandarte o beaussant. Éste era blanco y negro con una cruz paté roja en medio y el versículo inicial del Salmo 115: Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomine Tuo da gloriam. Cometen grave error los textos que hablan de Gran Maestre, pues en ningún momento tal cargo existió en el Temple, ni se hace referencia al mismo en parte alguna de las Reglas. En casi dos siglos de historia templaría hubo 22 maestres, siete de ellos muertos en campaña (32%). El último de ellos, Jacques de Molay, murió en la hoguera en París el 18 de marzo de 1314.

* SENESCAL: era el segundo en mando, encargado de sustituir al Maestre durante su ausencia en Tierra Santa, adquiriendo sus poderes y derechos. También tenía un séquito compuesto por un caballero, dos escuderos, un sargento, un diácono, un indígena, un turco y un intérprete sarraceno. Como en el caso del maestre, tiene un compañero de rango (caballero que debía acompañar, en temas de importancia, en todo momento al Maestre, Comendador o Bailío, a fin de ejercer un control sobre él, sus gestos y sus acciones).

* MARISCAL: es el comandante militar, responsable del adiestramiento y de la disciplina. Gobernaba también las armas, armaduras, máquinas de asedio, municiones y las guarniciones de los caballos. Él distribuía a las milicias y daba las órdenes tácticas. Su misión también era la de comprobar las monturas y mulas de carga, bajo el consentimiento del Maestre. Impartía las órdenes cada jornada, insluo en presencia de aquél. Podía tomar el mando en la batalla por ausencia del Maestre o del Senescal (así como celebrar Capítulo sin estos presentes), y es el que porta el beaussant como señal de reunión y cuando la caballería hace de punta de lanza. Al igual que sus superiores poseía un séquito que constaba de dos escuderos, un sargento y un indígena turco. Los mariscales provinciales, por su parte, ejercían la autoridad en su correspondiente provincia, si bien debían obediencia al mariscal general de la Orden. Cuando van armados "todos los hombres de la Casa están a las ordenes del Mariscal". No puede ser designado Comendador de una Provincia a menos que haya sido relevado de las funciones de Mariscal.

* COMENDADOR de la Tierra de Jerusalén: Eran una especie de gobernador con un Mariscal y un pañero bajo sus órdenes. También tenía la función de tesorero. El botín de guerra debía ir a sus manos para ser distribuido y/o utilizado según la necesidad, excepto las armas, pertrechos y monturas del botín que iban a manos del Mariscal. Respondía al Maestre y a Capítulo General. Tenía un séquito de dos escuderos, un sargento, un indígena turco, un diácono que supiese escribir, un intérprete y dos muchachos de a pie. Él era el que se encargaba de dar la orden de cualquier pago, aunque siempre bajo el mandato del Maestre o del Capítulo. También estaba a cargo de los navíos atracados en San Juan de Acre. El Comendador de Jerusalén contaba con diez caballeros para protección de peregrinos y defensa de caminos, además de contar con el privilegio de guardar la Vera Cruz (también durante el transcurso de las batallas). La

privilegio de guardar la Vera Cruz (también durante el transcurso de las batallas). La mayor de sus obligaciones era la de tener una cuenta actualizada del tesoro y presentarla al Maestre cuando la requiriese. Presidía la distribución de los hermanos templarios en los castillos y, en tiempos de paz, el Mariscal tenía que acatar sus decisiones. El Comendador Provincial era el preceptor de las distintas provincias en las que se dividía el Temple. Igualmente en éstas administraba las donaciones, cuidaba de los hermanos a su cargo y enviaba la mayor cantidad de dinero posible a Tierra Santa. Los Comendadores Territoriales se encontraban en Acre (Palestina) y Antioquia (Siria) y de ellos dependían los castillos de cada región.

* TURCOPOLIER (Turcoplero): mandaba a los hermanos sargentos en la batalla y a los turcopolos (tropas de caballería auxiliares de turcos) tanto en tiempos de guerra como como de paz. Cuando éste era enviado en avanzadilla con un escolta de caballeros, asumía la responsabilidad de la misión, debiendo esos caballeros someterse a sus órdenes. No tenía poder para atacar, cargar o perseguir al enemigo por iniciativa propia.

* SUBMARISCAL: este rango apenas tenía poder en el campo de la batalla, pues se limitaba más bien a los hermanos artesanos, controlando el trabajo de los talleres. Cuidaba de que todo el equipamiento militar estuviese siempre dispuesto para ser utilizado por las tropas. Entre sus obligaciones también estaba distribuir a los escuderos, aunque estos dependían principalmente del gonfalonero.

* PAÑERO o Drapier: se ocupaba de la ropa de los hermanos y de la ropa de cama. Contaba con un séquito de dos escuderos y un hombre de carga. Su misión era la de regir el almacén de vestimenta, teniendo bajo control en todo momento las ropas que les eran entregadas a los hermanos. Estaba encargado también de mantener un control sobre la higiene de los hermanos, sobre todo en lo referente a tener el pelo corto y la barba limpia, además de que no vistieran ropas no permitidas por la Orden.

* COMANDANTE: en provincias se encargaban de los caballeros y dependían del Mariscal.

* GONFALONERO o Gonfalón: sargento que mandaba sobre los escuderos no pertenecientes al Temple que servían bien fuera por un sueldo o por caridad. también celebraba Capítulo para juzgar y castigar sus faltas. Él era el encargado de pagarles y darles destinos en las distintas Casas de la Orden, así como de disponerlos durante el combate. Respondía directamente sobre el Maestre y el Mariscal.

* CABALLEROS o Fratres Milites: Se distinguían por su manto blanco con una cruz bermeja. Para ser Caballero era necesario pertenecer a familia noble. Servían como guerreros a caballo y oficiales de la Orden.

* SARGENTOS o Armigeri: No eran de familia noble, por lo que se les prohibía el uso del blanco y vestían de negro o marrón. La condición que se les imponía para servir como sargentos era que fueran libres. Servían como tropa ligera o escuderos.

* PADRES o Fratres capellani: En un principio, los padres eran de fuera de la Orden, posteriormente se les autorizó tener sus propios padres, esto les hizo independientes de autoridad diocesana.

* SIERVOS: Muchos eran siervos y trabajaban como artesanos, sirvientes, campesinos o labradores que permitían el correcto funcionamiento y el autoabastecimiento de la Orden.

* PROVISIONALES o Afilies: Gente que se unía a la Orden de forma provisional y en casos especiales como una Cruzada y que después podían abandonarla. También a los moribundos se les permitía entrar de forma provisional para que pudieran morir en gracia de Dios.

EL GRAN CONSEJO:

Compuesto por 13 miembros, elegía al Maestre. El Consejo se constituía así: el Senescal y el Mariscal escogían otros dos hermanos para componer el primer núcleo. Los cuatro escogían otros dos y eran seis. Los seis otros dos y eran ocho, los ocho dos más y eran diez, los diez otros dos para reunir el número de los Apóstoles.

De los doce, ocho debían ser caballeros y cuatro escuderos y en conjunto elegían al Capellán -decimotercera miembro- que representaba a Cristo. El Gran Consejo procedía entonces a nombrar al Maestre. Y el Senescal una vez elegido le decía: "Hermano, ¿prometes ser obediente cada día de tu vida al convento, conservar las buenas costumbres de la casa y garantizar el buen uso de sus bienes?". Entonces, cantando el Te Deum los electores tomaban en sus brazos al Maestre recién elegido y lo llevaban triunfalmente a la capilla para presentarlo ante Dios.

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